Domingo saunero ( 2ª parte ) - Mi última sauna en la Bruc
(Continuación)
A eso de entre las 12 y 12:30 de la mañana ya comenzaba a verse bastante más gente, poca para lo que es el local, pero ya había ¨més caliu¨.
Por ahí rondaba un tío, tipo paquistaní, delgado con bigote y perilla que me quiere pillar en todos los rincones.
La primera vez, cuando me iba del sling cuando me follo ojos azules.
- Muy suave para mi gusto - pensé - cuando me hizo tocamientos, y le dejé.
Otra vez el tirado en la cama de la sweet room, y otra mientras estaba por segunda vez en el sling. También le rechacé.
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En otro momento de la mañana, un hombretón alto y fuerte, de abundante pelo blanco, entre los cincuenta y los sesenta años, de buenos pezones se detuvo ante mí en pasillo.
Aquellos pezones resultaban muy atrayentes y tras magreárselos un poquillo, en tío enseguida se metió, sin decir más, en la cabina que teníamos a nuestro lado, sin decir nada de sus intenciones.
- Mal vamos - pensé
Cerró la puerta.
- Vamos peor - pensé.
Y cuando toqué y me dispuse a comerle su enorme rabo, el tío no me deja. Me lo impide y se sube a la cama poniéndose a cuatro patas para que me lo follara.
Bueno... previamente le dije que no. No follo, lo siento.
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El tercer encuentro exitoso tuvo lugar la segunda vez que me subí al sling
Al poco de estar tumbado sobre el sling, entró un osete de entre 30/40 años que, sin mediar palabra ( tampoco hacía falta), comenzó a juguetear con mi lubricado ojete. A un primer interno fallido de follamienta, le siguió una penetración digital de uno, dos y, al final hasta tres dedos.
Ojete listo.
Suavemente, con alguna parada sin sacar. Pim, pam y seguía.
También teníamos espectadores, pero ninguno hacía el paso de querer entrar y mucho menos de participar.
Le tuve que decir que parara pues estaba a punto de correrme.
Y cuando le pareció que tenia bastante de mi culo, se marchó, también sin mediar palabra alguna.
Estaba bien satisfecho de culo y contento de cómo se había comportado (mi culo), teniendo en cuenta que en los últimos meses no había tenido apenas entrenamiento y las experiencias en las poquísimas veces que había ido a la sauna durante este periodo habían sido bastante flojillas por no decir directamente que aburridas.
Así que ya me sentía bien preparado ya para la putisemana que comenzaba en apenas unos días.
En todo el rato que llevaba, solo había probado la del inglés y por apenas un par de minutos, si llegaba.
Se me hacía tarde, y no veía oportunidad de zamparme una buena polla durante un buen rato.
Así que recurrí al manubrio y leché en el suelo del cuarto oscuro
Volví a casa, satisfecho... pero muy, muy, muy cansado y dolorido.
Pero esa es otra historia...
El principio del fin de esta historia, pero eso yo aún no lo sabía.
(26-5-2024 - De 10.15 a 12.45 a.m.)
Fin.
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