Calentando culo en el Men`s Bar y Exxxtreme - (PS-7 x 04)
La salida al sex shop Cupido de la tarde no me había cansado en absoluto.
Así que, después de una cena ligera me presenté bastante fresco en la entrada en el Men´s Bar, y previo pago de 10 euros, que incluía consumición de dos cervezas o una copa, pude entrar aquella noche de viernes.
La mitad pude tomarla tranquilamente en la barra, pues había un poco menos de gente al entrar sobre la misma hora que el dia anterior.
Obviamente no me refiero a los mismos tíos, sino a la cantidad de gente.
En una mis primeras putivueltas por la zona cruising, un señor mayor que me tocó con sus manos ásperas, me palpó el paquete y enseguida me agarró del cuello tirando hacia el para forzar besarme. Fue cuando le dejé.
Enseguida me preguntó de ir a una cabina, y acepté, por aquello de cambiar de chip que algunas veces he comentado.
Entramos en una de las cabinas de barrotes, o celdas.
Yo me descamisé enseguida mientras él se desabrochaba y me ofrecía su polla que aparentaba bien rica. Me agaché y apenas empecé a mamar...
- Quieres mi rica pollita en tu culo?.- Me preguntó
Sin dejar de mamar, le confirmé.
Pero no me dejó continuar con mi trabajito oral. Me agarró del brazo para enderezarme, como si supiera que me costaba bastante erguirme, me dio la vuelta e intentó ya directamente follarme.
Antes de intentarlo de nuevo, le dije que entrara, pero que fuera poco a poco.
Y el tio se recoge la polla y se fue.
- ¿Esas son las ganas de follar que tienes?- pensé - de buena me he librado
El tipo ya me parecía que iba un poco puesto. Otra cosa que me suele sorprender de la gente siendo tan temprana la noche.
Tras varias putivueltas, me senté en el banco de los mamones a descansar.
Un momento curioso.
En otra parada para descansar, me senté junto a uno que ya estaba mamando.
Cuando el tio que mamón se levantó para que el otro le follara, no sé que pasó el mamador se fue, quedando libre el follador frustrado.
-¡Que mejor ocasión que aprovechar la oportunidad ! - pensé.
Me levanté, le metí mano, mamé un poquillo de su abandonado rabo. Él me palpó el ojete y me folló largamente, en varias tandas de mete y saca.
Hasta que, no por el follaje, sino por la posición, le dije que necesitaba descansar un rato.
-¿Te has corrido? - Me preguntó.
- No que va - le dije - aunque sí me había salido una buena cantidad de precum, poco habitual en mí.
Cansado y satisfecho, opté por irme ya, estirar un poco las piernas y cambiar de local.
Código de vestimenta para aquella noche: En calzoncillo o desnudo.
(Junio 2024)
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