De como gastarse 7 € y no hacer nada, 6 € en dos Stella Artois y una mamada gratis.




El plan de ir a la playa lo había alterado, pues había amanecido nublado, de ese cielo gris blanquecino, de mucho resol y bochorno.
Lo cambié por un paseo por la ciudad de Málaga y una visita al museo Picasso, donde aparte de la colección de obras del artista, también había una exposición de un tal Bruce Nauman, hasta entonces para mí un total desconocido.
La tarde, según la previsión iba a ser soleada, pero finalmente resultó ser de un gris plomizo.


Se me ocurrió de repente mientras pulía el borrador del post  que iba a publicar, en que narraba en modo conversación lo que aconteció un día en el sex shop Erotixx de Barcelona.
Me estaba poniendo caliente, y pensé... ¿Porque no me voy al Sex shop Cupido?. Estoy un rato y luego paso por el Free Eagle, a ver si rememoro lo que pasó el año pasado.


Y me presenté en el sex shop a eso de las 18.30 horas.
Me pareció una buena hora, para ser viernes.
Pero no resulto serlo.

Tras pagar los 7 euros de rigor para entrar, en la primera vuelta y única que realicé me dí cuenta que estaba más solo que la una.
- ¡Vaya manera más tonta de tirar el dinero! - pensé.
Y el dependiente ya podría haber avisado que no había nadie... digo yo.
En otros sitios, lo hacen.

Así que me puse a ver una de las pelis que ponían, pero no en el minicine, porque sin gente y con el aire acondicionado a tope, hacía bastante frío, sino en una de las butacas frente a un video.

Con un par de tíos en una aburrida mamada en un gimnasio y un polvazo de otros dos, a la par eso sí más buenos que los anteriores, transcurrió la media hora de margen que me dí para que apareciera alguien.

Bueno, de hecho apareció un señor mayor, bajito y regordete que por lo visto debía estar encerrado en una de las cabinas, pues no lo había visto. Pero se iba. Y mejor porque el morbo era cero.

--- xx --


Me fui para el Free eagle.

- Pero bueno, ¿Como es que no hay nadie tampoco a estas horas?- le espeté al camarero cuando me lo encontré de morros.
- Bueno, esto va como va. A veces se pone a tope de repente - comentó - y a veces no hay nadie durante rato, se disculpó.
Casi había sonado a bronca, así que module los tonos.

Pedí una cerveza y elegí una Stella Artois, y a partir de ahí, comencé a conversar con el camarero.
Apenas un par de minutos más tardes apareció dos nuevos clientes.

 ¡Ves !- esto ha sido como una invocación. Ha sido decirlo..., comentó el barman.

Al cabo de un rato, bajé al sótano y enseguida me siguió uno de los dos tipos que acababan de llegar.
Era bajito, de mediana edad, sin nada especialmente particular.
Si bien quedaba claro que me seguía, una vez abajo se dejaba ver, pero ni acercarse en ningún momento, ni cruzar mirada alguna.
Pensé que si algo quería, que como mínimo hiciera una señal, siquiera tocarse el paquete.
Pero no.

En esas, tras varios minutos perdidos, bajo el otro cliente.
Alto, delgado, bastante más mayor, que nada más apoyarse sobre el taburete se sacó la polla.

-¡Ves, tontín! - pensé para mis adentros... así se hacen las cosas. Al menos este lo intenta.

Como estaba a apenas treinta centímetros de mí, no me costó nada estirar el brazo y cogerle el rabo, duro y consistente.

Tras un breve pajeo, me arrodillé para mamársela.

-Un "Oh, good" me reveló enseguida que no era lugareño.
Y algo más dijo, pero vete a saber qué, ya supuse que no tenía noción alguna de castellano.

Con todo lo alto que era el tipo, se agachó también para mamármela, y a excepcion de una pausa, en que nos intercambiamos el papel, ya todo el rato se explayó haciéndome a mi la mamada, mientras algo magreaba.

Pero finalmente, cuando se volvió a sentar en el taburete fui yo quien remató la faena, lamiéndole bien los pelados huevos y haciéndole correr sobre mi cara.

- ¡Very well, campeón !, le dije espontáneamente
Se rió... Eso lo entendió.

Subí arriba, y allí seguía el primer tipo.
Seguí hablando con el barman, de las reformas, de sus ideas del local, de como quiere orientar el negocio, y cosillas varias. Le fui sacando información de lo que me había estado yo preguntando durante los dias anteriores.

Al final cayeron dos Stellas Artois, y con el leve mareíllo encima, me fui a tomar un discreto helado como cena.

(Tarde del 12/7/2019)







Comentarios

  1. Soy Andrew

    Bueno, por lo menos una manada.

    Qué pena lo del Sex Shop. Esas cosas pasan.


    Un gusto leerte


    Abrazos

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    Respuestas
    1. Una tarde muy triste la del sexshop, si.
      Pero bueno...
      Gracias por comentar :-*

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