Y ahora, ¿Qué?

 



Y ahora, ¿Qué?

¿Como sigo?. ¿Que cuento?

Estas son siempre las preguntas que se me plantean cuando acabo una serie de post que, en si mismo, constituyen un bloque de narraciones. Como suele ser el caso de los publicaciones de las putisemanas, en el que el nexo que las une es la ubicación, el tiempo que transcurre y los diferentes espacios frecuentados del lugar.

Aunque la putisemana dura lo que dice el nombre, una semana, me da para casi una veintena de post y tardo en publicarlos, al ritmo de los últimos años, entre seis y ocho meses. Durante esos meses, mis otras putisalidas, las del día a día por decirlo así, van originando borradores que, muy puntualmente los publico entre medias del bloque, pero que normalmente los publico después, y cuando les toca, siguiendo cierto orden cronológico.

Y este ha sido el caso, salvo que llevaba un año de retraso en la publicación de las putiaventuras en cuestión y que, durante este tiempo no he generado ninguno nuevo (bueno, solo dos y por publicar) 

Normalmente al acabar sigo teniendo una buena batería de borradores de post acumulados, y el problema de como seguir es decidirme por cual comienzo, pero siempre suele primar la cuestión cronológica.

Esta vez apenas tengo una docena fechados entre el fin de esta última putisemana del 2019 y el principio de la pandemia, los dos que mencionaba del 2020, y la media docena de post que constituyen un conjunto en sí de mis aventurillas estivales del 2015, cuando a la semana loca aún no le ponía el prefijo "puti" y que quedaron escondidos en el baúl de los borradores casi olvidados.

Bueno, ya decidiré que viene ahora.

También, una vez acabada la putiweek, suelo hacer un balance de la misma.
En esta ocasión no es especialmente positiva, pero tampoco negativo.

Estuve muy a gusto, con sus momentos de buen comer, las cervecitas, los momentos culturales, la tranquilidad en la playa y el buen tiempo, y algunos buenos ratos en mis salidas nocturnas.
Pero ninguna en especial que me quedara grabada con fuerza, de aquellas que por detalles incluso, quedan en la memoria durante años y se recuerdan sin necesidad de releerlas en el blog.
Hubo sus momentos de aburrimiento, por falta de personal básicamente, y algunos momentos con cierto mal sabor de boca, aunque no negativos en sí, como el raro malestar en mi visita a la sauna Apolo Cabaret, una soporífera y aburrida  hasta la saciedad visita al sexshop Cupido, la fiesta que no tuvo nada de fiesta o la experiencia llena de gilipollas en Aqua. 

Pero con ganas de volver ya a finales del 2019 reservé hotel para julio del 2020 que, obviamente tuve que anular.

Y este año, aunque todo pinta un poco mejor, me temo que tampoco habrá putisemana.
En fin.

Espero seguir contando con vosotros y sigáis leyendo este blog.

Besotes y mamadas.




Comentarios

  1. Efectivamente, mucho me temo, que este año no va a poder ser. Gracias por abrirnos esta ventana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos resignaremos. Llegarán tiempos mejores, en todos los sentidos ;-)

      Eliminar
  2. Si no ha habido experiencias desde que llegó el virus solo queda divagar sobre el pasado, o sobre el futuro. El tiempo de escasez es bueno para desarrollar morbos que quizá poner en práctica cuando todo vuelva a la normalidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es lo que voy/vamos a tener que hacer.
      Y esperar tu próximo post, jeje.
      Gracias por comentar.

      Eliminar
  3. Por lo que comentas, tienes material para seguir deleitándonos.
    Y no te desanimes, que este año, en verano, algo se podrá hacer,ya veras.
    "Siemprrre posssitivvvo", que decía aquel.
    Un abrazo,perrete,
    Hotdardo ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno... tampoco mucho, al menos ya no esa reserva que me daba tranquilidad a la vez que me ponia nervioso por la cantidad que se me acumulaba y no podia revisar y publicar.
      Tendré que recurrir a experiencias preblog y a la imaginación, jeje
      Un besote

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares